Con más de 18 años en el mundo de las flores, Ana es florista de pura vocación. A lo largo de su carrera, ha sabido adaptarse a las últimas tendencias y técnicas, creando arreglos únicos que siempre sorprenden. Para ella, cada diseño es una forma de expresar emociones y hacer que las flores hablen por sí solas.
Cuando no está rodeada de flores, disfruta pasando tiempo con su familia y demostrando su talento en la cocina. Sus croquetas son legendarias, y sus tartas de manzana siempre triunfan. Ana es cercana, práctica y con un estilo propio que aporta frescura y profesionalidad al equipo.